
Un océano aburrido y una isla de fé.
Quédate a mi lado, porque contigo quiero despertar, porque quiero amarte día a día. Eres lo más importante en mi vida, tú me haces brillar. Sin ti no se vivir, sin ti podría morir. Un minuto sin ti es una eternidad, un minuto contigo es estar en el cielo. Besarte es perder la noción del tiempo. Quédate a mi lado porque te necesito, porque te quiero, porque te amo, porque no puedo estar sin ti. Quédate a mi lado, nunca me dejes de tu mano.
Hay quienes dicen que las mujeres, cuando son amigas, son insoportables, porque concuerdan siempre una con la otra y no se despegan. La vida nos presenta a miles de personas. Y cada una de ellas viene a cumplir un papel en nuestra vida. Todas ellas quedan en nuestra memoria, en nuestros hábitos, en nuestras fotos. Yo extraño a todas las amigas que he tenido en mi vida. Hay amigas de la familia, las primas, las hermanas y tías, que siempre están yendo y viniendo de nuestra vida, probando que el tiempo pasa, pero ciertas cosas nunca cambian. Aquella amiga desbocada que dice cualquier boludes y que solo te mete en problemas, pero te hace reír mucho. Hay esa con quien andas del brazo por todos lados. Aquella a quien le contaste del primer chico que te gustó. La que te da consejos de ropa, personas, cortes de pelo y comportamiento. Hay aquella otra que es llorona, aquella que te critica cada cinco minutos, y aquella melosa, que le gusta abrazar y mandar mensajitos de amor. Y aquella con quien compartiste la cama en aquel viaje que fue el más planeado de tu vida. Aquella a quien le cuentas absolutamente todo, y con quien sientes que eres entendida. Aquella que te rezonga y te dice que dejes de comerte las uñas. Aquella que no le avergüenza decir que te ama. Aquella que pasa contigo el momento más difícil de tu vida. Aquella que te llama todo el día. Aquella intelectual, que te enseña miles de cosas. Aquella que te abrazó en silencio y te sintió llorar, y aquella que te dio la espalda cuando más la necesitabas. Aquella que hace todo lo que le pides, y aquella egoísta. Aquella que escucha cuando estás enamorada y pasas horas hablando del mismo tema. Y aquella que entiende cuando la dejaste por estar con tu enamorado. Y aquella otra que exige toda tu atención. Hay también aquella idealista, con quien discutes horas los problemas existenciales de la humanidad. Aquella que solo llama el día de tu cumpleaños, y así mismo la adoras. Aquella que parece tu mamá, y vive para darte consejos. Aquella de quien sientes muchos celos. Aquella a que envidias secretamente. Hay también aquella por quien sientes un enorme cariño desde la primera vez que la viste. Aquella que pide a Dios por ti en sus oraciones. Aquella que te dio el consejo correcto, pero no la escuchaste. Y aquella única, con quien compartes lo más precioso para ti. Aquella que es una hermana para ti. Hay las que no tienen tantas amigas así, pero tienen la que vale por todas! Aquella que es una buena compañía hasta cuando el plan es ''no hacer nada''. Y también la mejor amiga. Aquella que es simplemente "aquella". Claro, los hombres también saben ser buenos amigos. También dejan recuerdos lindos. Pero nada igual a la amistad entre dos mujeres. Digo sin dudar que la amistad vale la pena. Y yo, defiendo a cuerpo y alma esas amigas, esas amigas que perduran, esas amigas que yo llamo Amigas Verdaderas.
Hay cosas que se van, pero cosas que vienen cosas que se encuentran y otras cosas que se pierden, recuerdos que deseas encerrar en el olvido, la tristeza que vive en tu interior nunca se ha ido, y no paras de llorar, todo es sufrimiento, ¿por qué todo pasa siempre en el peor momento? tus lágrimas se quedan disecadas, en un cuento de rosas, de las que ya no queda nada, y sientes como el corazón se rompe en trozos, la oscuridad te acompaña y es como sentirse solo, vacío por dentro y sin fuerzas para sonreír, estás triste pero intentas fingir que eres feliz, triste por un adiós, que no quiere irse, dentro de mi, la tristeza no desea extinguirse, a veces queda la esperanza, queda aquel quizá, te preguntas el por qué de lo que jamás comprenderás.